Proyecto Educa a un niño 2020-2022
Solo el 61% de los niños refugiados va a la escuela primaria
En todo el mundo, el desplazamiento causado por los conflictos y la inseguridad sigue aumentando inevitablemente. En la actualidad hay 68,5 millones de personas en todo el mundo que se han visto obligadas a abandonar sus hogares. Entre ellas hay casi 25,4 millones de refugiados, más de la mitad de los cuales son menores de 18 años.
La misma violencia y persecución que arranca a las personas de sus hogares, destruye la estabilidad de la vida familiar. Además, empuja a muchos a la pobreza y perjudica el bienestar físico, psicológico y de desarrollo de los niños. A medida que las crisis de refugiados se agravan y multiplican, los niños resultan los más afectados. El día en que un niño refugiado comienza la escuela en el país de acogida marca un punto de inflexión un alejamiento del caos de la huida del hogar hacia la normalidad de la vida tal y como la conocían antes Sin embargo, la realidad para demasiados refugiados es la exclusión
de la escuela.
En 2012, ACNUR inició su asociación con el Programa de la Fundación Educación para Todos (que fue fundada y presidida por Su Alteza la Jequesa Mozah bint Nasser de Qatar), con el
objetivo de escolarizar a todos los niños y niñas. Esta alianza, junto con una amplia gama de donantes y simpatizantes privados de todo el mundo, ha asegurado que más de 1 2 millones de niños y niñas hayan sido acogidos en la escuela.
Se ha proporcionado escolarización, formando a los maestros, proporcionado materiales de aprendizaje y se ha establecido el apoyo adecuado para garantizar que a las niñas y niños que se han visto obligados a huir no se les niegue la oportunidad de recibir la educación vital que necesitan para moldear sus vidas y su futuro. Pero ACNUR no se detiene ahí, y para los próximos tres años el programa planea actividades en 15 países con el objetivo de proporcionar educación a más de 400 000 niños y niñas.
Objetivo de la causa
El objetivo de ACNUR con este proyecto es asegurar que 1.250 niños y niñas refugiados puedan acceder a educación de calidad. Los niños que completan su educación tienen menos probabilidades de ser víctimas de trata, violencia o explotación. Además, se ha demostrado que la educación disminuye la probabilidad de que los niños contraigan enfermedades e infecciones comunes e incluso el VIH.
Asistir a la escuela supone una protección general imprescindible y un efecto de salvaguarda en los niños vulnerables. Una educación de calidad tiene efectos positivos también en la familia, más allá de generar un conocimiento individual en los niños. En ocasiones, los padres priorizan tener ingresis para la familia, por lo que los niños trabajan antes que ir a la escuela. Pero, si los niños en edad escolar están en la escuela , los padres pueden trabajar o cultivar más alimentos para la familia. Igualmente, potencia la educación de los hermanos mayores que, de otra forma, estarían fuera de la escuela para cuidar de los pequeños o para aportar dinero a la familia mediante el trabajo infantil.
Viabilidad de la causa
La alianza que tiene ACNUR con la Fundación Educación para Todos, junto con una amplia gama de donantes y simpatizantes privados de todo el mundo, ha asegurado que más de 1,2 millones de niños y niñas hayan sido acogidos en la escuela. Con el apoyo de más personas, será posible que ACNUR alcance el objetivo de proporcionar educación a 400.000 niños y niñas más.
€
25.000,00€

0
Presupuesto de la causa | |
0,00€ |
Personas beneficiadas | |
1.250 | |
6.250 |
Solo el 61% de los niños refugiados va a la escuela primaria
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25.000,00€

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Presupuesto de la causa | |
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Personas beneficiadas | |
1.250 | |
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En todo el mundo, el desplazamiento causado por los conflictos y la inseguridad sigue aumentando inevitablemente. En la actualidad hay 68,5 millones de personas en todo el mundo que se han visto obligadas a abandonar sus hogares. Entre ellas hay casi 25,4 millones de refugiados, más de la mitad de los cuales son menores de 18 años.
La misma violencia y persecución que arranca a las personas de sus hogares, destruye la estabilidad de la vida familiar. Además, empuja a muchos a la pobreza y perjudica el bienestar físico, psicológico y de desarrollo de los niños. A medida que las crisis de refugiados se agravan y multiplican, los niños resultan los más afectados. El día en que un niño refugiado comienza la escuela en el país de acogida marca un punto de inflexión un alejamiento del caos de la huida del hogar hacia la normalidad de la vida tal y como la conocían antes Sin embargo, la realidad para demasiados refugiados es la exclusión
de la escuela.
En 2012, ACNUR inició su asociación con el Programa de la Fundación Educación para Todos (que fue fundada y presidida por Su Alteza la Jequesa Mozah bint Nasser de Qatar), con el
objetivo de escolarizar a todos los niños y niñas. Esta alianza, junto con una amplia gama de donantes y simpatizantes privados de todo el mundo, ha asegurado que más de 1 2 millones de niños y niñas hayan sido acogidos en la escuela.
Se ha proporcionado escolarización, formando a los maestros, proporcionado materiales de aprendizaje y se ha establecido el apoyo adecuado para garantizar que a las niñas y niños que se han visto obligados a huir no se les niegue la oportunidad de recibir la educación vital que necesitan para moldear sus vidas y su futuro. Pero ACNUR no se detiene ahí, y para los próximos tres años el programa planea actividades en 15 países con el objetivo de proporcionar educación a más de 400 000 niños y niñas.
Objetivo de la causa
El objetivo de ACNUR con este proyecto es asegurar que 1.250 niños y niñas refugiados puedan acceder a educación de calidad. Los niños que completan su educación tienen menos probabilidades de ser víctimas de trata, violencia o explotación. Además, se ha demostrado que la educación disminuye la probabilidad de que los niños contraigan enfermedades e infecciones comunes e incluso el VIH.
Asistir a la escuela supone una protección general imprescindible y un efecto de salvaguarda en los niños vulnerables. Una educación de calidad tiene efectos positivos también en la familia, más allá de generar un conocimiento individual en los niños. En ocasiones, los padres priorizan tener ingresis para la familia, por lo que los niños trabajan antes que ir a la escuela. Pero, si los niños en edad escolar están en la escuela , los padres pueden trabajar o cultivar más alimentos para la familia. Igualmente, potencia la educación de los hermanos mayores que, de otra forma, estarían fuera de la escuela para cuidar de los pequeños o para aportar dinero a la familia mediante el trabajo infantil.
Viabilidad de la causa
La alianza que tiene ACNUR con la Fundación Educación para Todos, junto con una amplia gama de donantes y simpatizantes privados de todo el mundo, ha asegurado que más de 1,2 millones de niños y niñas hayan sido acogidos en la escuela. Con el apoyo de más personas, será posible que ACNUR alcance el objetivo de proporcionar educación a 400.000 niños y niñas más.
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