Misión

Anidan es una ONGD promovida por Rafael Selas Colorado para atender las necesidades de la infancia en Kenia. En la isla de Lamu, al norte de la costa, tiene una Casa de Acogida en la que alberga a más de 140 niños y da de comer, viste, cuida y educa alrededor de 250.

Desde marzo de 2008, en colaboración con la Fundación Pablo Horstmann, también mantiene un hospital pediátrico que atiende de forma gratuita a más de 14.000 pacientes al año en el propio hospital y a varios miles más en actuaciones extra hospitalarias.

Cumplidos diez años, nos concentramos en los niños, los más débiles. Para ser acogido en Anidan basta ser un niño indigente, abandonado o huérfano; estar en riesgo de sufrir malos tratos o abusos o padecer alguna enfermedad imposible de tratar en su medio. Los más amenazados ingresan en nuestros dormitorios.

Además, mantiene líneas de ayuda a una población empobrecida por la sequía y los conflictos que azotan esta parte de África.

Descripción

En 2002, Rafael, español de 30 años, se marchó a Lamu con la idea de alquilar una casa y recoger en ella a niños huérfanos y abandonados que había visto mendigando o buscando comida entre la basura. Esta iniciativa personal pronto necesitó bases más sólidas, porque África es un entorno muy exigente, donde cada día aparecen casos desesperados.

Con la ayuda de familia y amigos, Rafael fundó Anidan, una organización sin ánimo de lucro, apolítica y aconfesional, que difunde la labor de la Asociación y recoge las ayudas en España con destino a la ONG local Anidan Kenia, y permite desarrollar los programas que lleva a cabo en aquel país. En octubre de 2011, en Roma, se fundó Anidan Italia, que apoya los proyectos de Anidan Kenia.

Un equipo dirigido por Rafael Selas que se ocupa del desarrollo de los programas de ayuda. También bajo su dirección, en España, Italia y otros países, grupos de voluntarios se encargan del asesoramiento, administración, difusión y promoción de las actividades, así como de la recaudación de fondos y el contacto con socios, padrinos, donantes y empresas colaboradoras.

En Lamu los colaboradores son kenianos. Son jóvenes que encuentran trabajo y se forman con nosotros. Su presencia ayuda al desarrollo de una sociedad deprimida y nos permite una comunicación fluida con los niños y sus familias.

Apostamos por la eficacia y la claridad. Nuestro tamaño y nuestras prácticas nos hacen transparentes, las personas que nos visitan son nuestros máximos valedores, nuestras cuentas están auditadas y son públicas